VIAJE A PIE
FERNANDO GONZÁLEZ
Fernando González Ochoa es considerado el más original de los filósofos colombianos y uno de los más vitales, polémicos y controvertidos escritores de su época. Se enfrentó a la mentira colombiana y sus contemporáneos no le perdonaron la franqueza con que habló. Por eso fue rechazado y olvidado. Sin embargo, su verdad, que golpea y azota en sus libros, está aún tan viva que ha cobrado vigencia con los años.
- El viaje se define así: Medellín, El Retiro, La Ceja, Abejorral, Aguadas, Pácora, Salamina, Aranzazu, Neira, Manizales, Cali, Buenaventura, Armenia, Los Nevados, a pie con morrales y bordones.
- El ritmo es tan importante para vivir como lo es la idea del infierno para el sostenimiento de la religión católica. Cada individuo tiene su ritmo para caminar, para trabajar y para amar. Indudablemente cuando un hombre y una mujer se atraen; es porque unidos son importantísimos para la economía del universo. Por el ritmo podrían calificarse los hombres.
- El ánimo: los que triunfan, lo deben a una creencia arraigada, generalmente a una creencia en sí mismos. Son fracasados los que no han creído en algo que les sirviera de columna vertebral para desarrollar su personalidad; algunos, muy interesantes, por cierto, creyeron fuertemente, pero la creencia se desvanecía para ser remplazada. Estos son aquellos de quienes se dice: “Eran muy inteligentes y nada han realizado; ¡que inexplicable!”
- Conclusiones:
- Un beso se da y no se pide.
- En amor nada debe proponerse, sino hacerse.
- A nadie se le debe proponer con palabras un acto indebido.
- Casi nunca que se propone se obtiene.
- Casi nunca que se comienza acariciando se falla.
- Es común que la mujer se deje forzar, cuando por nada se entregaría.
- En amor no se debe hablar y jamás se debe dar el más leve indicio de que se recuerdan los favores o de que han envanecido.
- Nada del amor se debe suplir al plano de la conciencia con palabras dichas a la amada.
- La voluntad desaparece cuando la atención está ocupada en otra parte.
- La mujer es el ser mas enamorado del pudor, del honor, de la buena reputación y es una esclava del amor. ¡Que deliciosamente frívola!
- Cuando no se ha hablado de un acto, queda la palabra como el gran recurso para tergiversarlo, para que desaparezca.
- Toda mujer que se distrae, se entrega.
- El camino es casi toda la vida del hombre; cuando está en él sabe de dónde viene y para donde va. Caminos son los códigos, y las costumbres, y las modas. El método es un camino. Por eso Jesucristo, cuando quiso manifestar su infinita importancia, dijo que él era el camino.
- La vida es movimiento causado por los tres grandes factores llamados hambre, amor y miedo. Todos los demás están comprendidos allí. En la juventud prepondera el amor y en la vejez el miedo a la muerte.
- El amor une bajo un mismo techo a un hombre y a una mujer y el amor y el hambre unen bajo un mismo cielo a las familias próximas por la sangre y por la configuración de la tierra. El hambre impulsa a unos grupos a robar a los otros. Así, porque el hombre es amante y hambriento, apareció la familia y la nación, apareció la organización política y todos los derechos. El hombre, al legislar, quiso amparar sus riquezas y defender su amor.
- “El tiempo dura mucho cuando pasa sin emociones”.
- En el amor y en la amistad son necesarias las peleas violentas, pues la vida común con el amigo o con la amante trae pequeños roces, discusiones, malos entendimientos, pretendidas ofensas que se van reconcentrando en el subconsciente en forma de irritabilidad contra el amigo o contra la amada. Tiene uno, por decirlo así, desquites que aún no se han efectuado. Quien es ofendido y no ofende, guarda el veneno y se intoxica con él. Resulta que en el alma de los amigos o amantes hay reacciones acumuladas, en potencia, que principian a manifestarse en forma de antipatía, de odio, y que por ese camino lento no se satisfacen completamente. Por eso es precisa la riña en que se gasta todo el veneno.
- El alma tiene grandes fuentes de reserva para reponerse de los fracasos anímicos; se llama la facultad del olvido, y ella hace al hombre más o menos poderoso. Los superhombres cicatrizan pronto sus heridas y no conservan recuerdo de ella; los débiles recuerdan intensamente, reaccionan en el sentido del odio reconcentrado. Estos débiles son, unos, soñadores que a los choques afectivos responden aislándose de la realidad, por medio de la formación de un mundo ideal, a su amaño allí: viven y allí olvidan la vida práctica que no pudieron resistir. Otros son irritables, orgullosos, y reaccionan a los fracasos de su pretendida capacidad dominadora, por medio del enfurruñamiento.
- Nosotros, el animal racional, sabe que morirá, pero no siente, no se acuerda, no cree que morirá. Y es natural y explicable, pues un lugar de llantos sería esta tierra si tuviéramos conciencia de la muerte. No se cumplirían, entonces, los deberes y finalidades de la vida, que son la felicidad.
- La vida puede definirse así: movimiento en busca del placer. Es movimiento en busca de lo que nos hace falta; es la tendencia de lo imperfecto hacia lo perfecto.
- La belleza no es plástica; es interna y expresiva; es la fuerza que está dentro y que emana, que se expande en las formas. En las estatuas griegas palpita la energía interna; por eso los griegos creían en el Daimón. La salud es belleza, y ésta es prometedora. Por eso es bella la vida y por eso la juventud es bella: porque prometen y ascienden. La belleza es peligrosa para el que la contempla, sino es un sabio de la contención; si lo fuere, es educadora y causa de emociones ricas en perfeccionamiento.
- Colombia está marchita como planta en verano porque no hay partidos políticos y únicamente hay ladrones que gobiernan sin concepto de patria, que es el de solidaridad con los que conviven bajo el mismo cielo.
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