La Puta de Babilonia

 

• Cuatro de los primeros papas eran hijos de curas. El numero cuarenta era hijo del treinta y nueve.
• Alejandro VI tuvo relaciones con su hija Lucrecia.
• Gregorio XI cardenal a los 18 años.
• Papas nepotistas.
• Papas de 11, 16 y 24 años.
• Prometían el cielo a los que murieran en las guerras de la iglesia.
• Apoyaban movimientos que veían que iban a ganar como los nazis.
• Quemaban brujas y herejes, masacraban. (57)
• La puta esta con el que gana.
• Cuando los soviéticos desalojaron a los nazis de Lituania, el arzobispo Skvireckas, de Kavnas, se volvió sovietófilo. (60).
• Como pedro un hombre de juicio equivocado podía servir como fundamento de una iglesia? (apocriticus III, 19)
• Hechos de los apóstoles 5:1-11 que mal habían hecho en no regular todo lo que les pertenecía? Asesinato.
• 159, cristo fue expresado primero en griego, luego en latín y luego en incontables idiomas.
• 182 la historia de la multiplicación de los panes es contada dos veces, en una dice que eran 5 panes y en otra que eran 7, la iglesia se sale diciendo que hubo dos multiplicaciones de panes.
• La biblia es el gran enemigo de la biblia (se contradice)
• 204, Pio dijo que los católicos que apoyaran el comunismo quedan ex comulgados.
• 212 en 1974 Sin dona, un banquero de la cosa muestra le movía dinero a américa a pablo VI para disimular la fortuna de la iglesia.
• 213 juan pablo II protegió traficantes
• 213 sus finanzas eran secretas como en cuba, por esto juan pablo II la iba muy bien con Fidel castro.
• El vaticano es un paraíso fiscal donde la legislación sobre el secreto bancario impide rastrear ningún fondo financiero depositado en el
• 217 curas violadores
• 225 profetas que insultaban con animales a otros
• Si dios existe porque permite que sucedan cosas tan desastrosas en la tierra y por qué no está entre nosotros?
• 252 Jesús dijo “si quieres ser perfecto, vende cuando tienes y reparte el dinero entre los pobres y así tendrás un tesoro en el cielo”
• 253 dice cristo “le es más fácil a un camello pasar por el ojo de una aguja que a un rico entrar en el reino de los cielos. En conclusión hay que des canonizar a 73 de los 75 que ha habido porque todos fueron ricos
• Para crear el universo se necesita energía y espacio. Estos fueron creados en el biga van. El biga van es un agujero negro y absorbe el tiempo, es decir, antes del biga van no existía ningún tiempo ni ningún espacio en el que un creador pudiera haber hecho algo.
• 261 va contra las sagradas escrituras que los religiosos tengan bienes. Como es posible que se comprometan a rezar por los que les dan dinero? Los frailes tienen que procurarse el sustento por trabajo y no por la mendicidad.
• Solo los insensatos tienen respuestas (insensatas) para todo; incluso ante la odiosa pero definitiva nulidad de la muerte saca a relucir su exasperante esperanza en un imposible más allá (Héctor Abad, Asuntos de un Hidalgo Disoluto).
• Un rato de inactividad despojado de culpa: eso es el rosario. Por lo menos eso es para las mujeres y sobre todo para las mujeres que sirven en mi tierra. En ningún otro momento del día podían estarse quietas, inactivas, una mano encima de la otra, sin que las acusaran de haraganería. Por fin un tiempo en el que no se hace nada, se reposa, se recita una melodía tranquilizante y se piensa en lo que dé la gana. Y lo mejor del rosario eran, al final, las letanías a la Santísima Virgen. No conozco una combinación de sonido de la voz humana con mayor poder sedativo, no hay agitación que no domen, intranquilidad que no disipen. Son opio, son sueño, son una droga inocua que el inicuo Concilio modernista nos arrancó de la boca.
• ¿Por qué nuestro Señor había curado leprosos, pero solo de vez en cuando? ¿Por qué en su infinito poder no había curado de una vez a todos los leprosos? ¿Por qué, si estaba en su poder, no erradicar del mundo el mal de Lázaro con una sola, magnífica bendición definitiva?
• En la adolescencia, médicos y psicólogos nos informaban que no había nada malo en masturbarnos, y que este goce solitario nos ayudaría a tener más tarde una sexualidad sana y placentera, en compañía. Pero al mismo tiempo los curas nos advertían que esa misma actividad era pecaminosa y que cada paja era una piedra que empedraba el camino al infierno. Mientras los biólogos nos decían que cierto porcentaje de la población tenía espontáneamente deseos homosexuales que no debían reprimirse sino vivirse con alegría y libertad, los sacerdotes insistían en que la homosexualidad era “contraria a la ley natural”, “intrínsecamente desordenada”, y que no podía “recibir aprobación en ningún caso.” (Columna Héctor Abad 18 agosto 2018).
• Lo anterior no es lo más grave ni lo más triste. Lo más grave es que mientras la Iglesia predicaba y ordenaba que nos sometiéramos a esas antiguas costumbres de represión y abstinencia, muchos de sus sacerdotes y jerarcas, incapaces de practicar la castidad que tanto recomendaban desde el púlpito y los confesionarios, abusaban de menores de edad, tocaban y violaban a seminaristas, dejaban embarazadas a alumnas, sirvientas y aspirantes a monjas. Y algo peor, cuando estas cosas se sabían, obispos y cardenales las ocultaban y tapaban porque “lo que la Iglesia más odia es el escándalo”, y había que defender a toda costa el prestigio de la milenaria institución cristiana.
• La justicia de Estados Unidos destapó esta semana 1.000 casos de abuso sexual infantil y juvenil cometido por curas católicos en Pensilvania, y el ocultamiento de estos que no son solo pecados (según la doctrina), sino también delitos y crímenes contra menores indefensos, cometidos en colegios, seminarios y hospitales. Esto no es nuevo. Basta leer novelas españolas del siglo XIX (recomiendo La Regenta de Clarín y Tormento de Galdós) para saber que casos de curas lúbricos ha habido siempre. Para evitar el escándalo la Iglesia ha practicado sin tregua la hipocresía y cometido el delito de encubrimiento.
• Las religiones, todas, por más vueltas que le demos, no tienen otra justificación para existir que no sea la muerte, la necesitan como pan para la boca. Para eso existen, para que las personas se pasen toda la vida con el miedo colgado al cuello y, cuando les llegue su hora, acojan la muerte como una liberación, el paraíso, paraíso o infierno, o cosa ninguna, lo que pase después de la muerte nos importa mucho menos de lo que generalmente se cree, la religión, señor filósofo, es un asunto de la tierra, no tiene nada que ver con el cielo, no es eso lo que nos han habituado a oír, algo tendríamos que decir para hacer atractiva la mercancía, eso quiere decir que en realidad no creen en la vida eterna, hacemos como que sí (JOSÉ SARAMAGO – LAS INTERMITENCIAS DE LA MUERTE).
• Todos estamos en manos de dios y que la misericordia divina es infinita. Pues sí, infinita será, pero no lo suficiente para ayudar a nuestro padre y abuelo a morir en paz ni para salvar a un pobre inocente que no le ha hecho nada malo al mundo (JOSÉ SARAMAGO – LAS INTERMITENCIAS DE LA MUERTE).
• El vaticano tiene una riqueza de 3.500 millones de euros. Tiene la capacidad de acabar con el hambre mundial dos veces (Luisito comunica).