EL HOMBRE EN BUSCA DE SENTIDO
VICTOR E. FRANKL
Fue catedrático de Neurología y Psiquiatría en la Universidad de Viena y director de la Policlínica Neurológica Vienesa durante veinticinco años. La logoterapia/análisis existencial, que él fundó, es denominada también “la tercera escuela vienesa de psicoterapia”. Ejerció la docencia como profesor invitado en la Universidad de Harvard, as´como en las universidades e Stanford, Dallas y Pittsbufgh, y fue Distinguished Professor of Logotherapy en la U.S International University en San Diego, California.
Frank nació en Viena en 1905. En la Universidad de Viena se doctoró en Medicina, posteriormente también en Filosofía.Durante la segunda Guerra Mundial estuvo internado durante tres años en Auschwitz, Dachau y otros campos de concentración.
A lo largo de cuatro décadas emprendió innumerables viajes por todo el mundo impartiendo conferencias. Veintinueve Universidades de Europa, América del Norte y del Sur, Asia, África le otorgaron el título de doctor honoris causa. Fue galardonado con numerosos premios, entre ellos el Oskar Pfister Award de la American Psychiatric Associatio, y fue miembro de honor de la Academia Austríaca de las Ciencias.
Los treinta y dos libros de Frankl han sido traducidos a veintinueve idiomas. Victor Frankl fallecio en 1997 en Viena.
Cómo pudo Frankl que todo lo había perdido, que había visto destruir todo lo que valía la pena (asesinaron a su esposa y antes la hicieron abortar el hijo, asesinaron a la madre y al padre, y le rompieron en pedazos el libro de estudios que estaba desarrollando), que pdeció hambre, frío, brutalidades sin fin, que tantas veces estuvo al punto del exterminio, cómo pudo aceptar que la vida fuera digna de ser vivida.
Al hombre le pueden arrebatar todo menos la elección de la actitud personal que debe afrontar frente al destino para decidir su propio camino, es decir, la que confiere a la existencia una intención y un sentido.
Imperativo categórico de la logoterapia: "obra así, como sí vivieras por segunda vez y la primera vez lo hubieras hecho tan desacertadamente como estás a punto de hacerlo ahora"
El sufrimiento deja de ser sufrimiento, en cierto modo, en cuanto encuentra un sentido, como suele ser el sacrificio.
Cuando le quitaron los escritos que tenía concluyo que es mejor vivir los pensamientos que plasmarlos en un libro.
Intención paradójica: una técnica de la logoterapia invita al paciente fóbico a realizar presida mente lo que teme, al menos por un momento o por uva vez.
En todos los grupos de personas siempre hay decentes e indecentes, los que te ayudan y los que te tratan bien y los que no lo hacen.
El hombre no está absolutamente condicionado y determinado; al contrario, es él quien decide si cede ante determinadas circunstancias o si resiste frente a ellas. En otras palabras, el hombre, en última instancia, se determina a sí mismo. El hombre no se limita a existir, sino que decide cómo será su existencia, en qué se convertirá en el minuto siguiente.
Su madre no superó la selección, por lo que entró directamente a las cámaras de gas de Birkenau. Su mujer también murió, los nazis no permitían dar a luz a las mujeres judías, y por eso fue forzada a abortar antes de ingresar a Auschwitz.
El sentido de la vida, en su acepción Frankliana, es así de natural: amores, amistades, proyectos, obligaciones, ilusiones, nostalgias… Para que los quehaceres habituales se conviertan en sentido han de cumplir con la nota de trascender o auto trascender, y auto trascender implica dirigirse hacia algo o alguien distinto de uno mismo. Bien sea para realizar un valor, bien para alcanzar un sentido o para encontrar a otro ser humano.
Ilusión del indulto: se trata del proceso de consolación que desarrollan los condenados a muerte antes de su ejecución; conciben la infundada esperanza de que van a ser indultados en el último minuto.
Cada hombre, incluso en condiciones trágicas, puede decidir quién quiere ser espiritual y mentalmente y conservar su dignidad humana.
El sentimiento que se convierte en sufrimiento deja de serlo en cuanto nos formamos una idea clara y precisa de él.
Hay dos razas de hombres en el mundo, solo dos: la de los hombres decentes y la de los indecentes. Ambas se mezclan en todas partes y en todas las capas sociales. Ningún grupo social se compone exclusivamente de hombres decentes o indecentes. En ese sentido, ningún grupo es de pura raza, y por ello había entre los guardias personas decentes.
CITAS
"El que tiene un por qué para vivir, puede soportar casi cualquier cómo" Nietzsche.
"Todo lo que no acaba conmigo me hace más fuerte" Nietzsche.
RECONOCIMIENTO
La Library of Congress en Washington la ha declarado como uno de los diez libros de mayor influencia en América.
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