POR OTRO CAMINO
CARLOS RAÚL YEPES
Abogado de la UPB, especialista en Derecho de los Negocios de La Universidad Externado de Colombia de Bogotá. Ha realizado cursos especializados en la Universidad de Delaware, The Kellog School of Management, IESE y Yale School of Management, en Estados Unidos. Se desempeñó como miembro de las juntas directivas de Bancolombia y sus filiales, de las filiales del Grupo Argos, Suramericana de Seguro, la Asociación Nacional de Empresarios Colombianos (ANDI), fundación ANDI, Asobancaria, ANIF. Actualmente hace parte de diferentes juntas sociales y empresariales dentro de las que se destacan: EPM, Grupo Araújo – Talarame, Viva Colombia.
- “El que da no debe volver a acordarse; pero el que recibe nunca debe olvidar”. (Proverbio hebreo)
- Si no puedo cumplir las metas o no tengo el estilo de dirección que se requiere, está bien. Lo importante es que siempre que actúe refleje lo que aprendí en la vida y les he enseñado a mis hijos: a ser un buen miembro de familia, un buen amigo y un buen ciudadano.
- En mi familia había una regla que debíamos cumplir siempre, ya que la instauró mi padre: “En esta casa, cuando se va a hablar de alguien es para hablar bien”.
- En cuanto a la disciplina, era tanta que el día que salíamos de vacaciones teníamos que presentarle a mi padre el plan de trabajo que llevaríamos en esos meses de descanso. Un plan que tenía que ser muy equilibrado, donde combinábamos, mis hermanos y yo, el ejercicio físico con la lectura, los juegos y hasta los cuidados con la alimentación. Esa disciplina me sirvió para mantener un balance entre mis horas de trabajo, mis momentos en familia y mis ratos de diversión. Por supuesto que el exceso de obligaciones hace que la rompamos, pero para mí siempre fue necesaria la disciplina, porque me enseñó el sentido de responsabilidad y es la base para el cumplimiento de las metas.
- El “examen general”, una actividad que aún hago a diario. Consiste en que no me levanto sin proponerme algo para el día y no me acuesto sin revisar lo que hice, lo bueno, lo malo, lo que omití o dónde me equivoqué. El examen general sirve para tener las metas claras, pero también para ver qué hay que corregir para ser cada día mejor persona, mejor ser humano, mejor ciudadano. Los jesuitas siempre nos decían que ser mejores significaba ser más.
- Administrábamos hasta veinte mil demandas y muchas de estas personas, que habían perdido sus casas o sus trabajos, sufrían porque no habían podido pagar las cuotas mensuales. Eso nos llevó a pensar estas políticas y procedimientos y se dio origen a un programa que denominamos Cobranza Digna, que nos cambió por completo la forma de relacionarnos con los clientes, pues sentían de nuestra parte un sincero deseo de apoyar una situación difícil.
- Así como en el banco no solo se prestaba dinero, en Starbucks no solo se vendía café. Cualquier lugar puede vender un café, pero este en particular tenía como propósito superior propiciar encuentros entre amigos. Por eso sus tiendas tenían un diseño especial y su ubicación era cercana a oficinas y donde había alto tráfico de personas. Juntar amigos sí que es un gran propósito.
- Uno de los grandes problemas de comunicación de las personas es que cuando escuchan no lo hacen para entender sino para responder. Escuchar no es esperar que el otro acabe de hablar. Escuchar es muy diferente a oír.
- “Vales lo que vale tu palabra”.
- Para afianzar una nueva cultura se requiere de mucha energía para movilizar, de palabras para inspirar, del ejemplo para generar confianza y del acompañamiento para seguir creyendo.
- Para que las cosas cambien, es necesaria una mayor preocupación por el impacto de nuestras acciones sobre la humanidad y la naturaleza de la que formamos parte.
- Una vez el presidente John F. Kennedy, cuando visitó el edificio central de la NASA, vio una persona que estaba barriendo las oficinas y, al preguntarle por su labor, ese trabajador, que estaba barriendo, le dijo: “Aquí ayudando a poner un hombre en la luna”. Esa es la verdadera dimensión del trabajo en equipo y de nuestro compromiso.
- ¿Por qué en todas nuestras actividades, no podemos ser corteses, respetuosos, considerados? ¿Por qué no podemos sonreír y gozar con lo que hacemos? ¿Por qué no cumplimos lo que prometemos? ¿Por qué no escuchamos antes de actuar? ¿Por qué no somos diligentes y damos un poco más de nosotros mismos? Las respuestas a estos interrogantes son una invitación al cambio, a una transformación, a descubrir nuestras debilidades para fortalecer nuestras actuaciones. Todos quieren el cambio, pero pocos quieren cambiar.
- Una historia muy bonita que aún atesoro, fue la que me contó Clara Pérez, la viuda de Nicanor Restrepo Santamaría (líder empresarial y social, expresidente del grupo Sura, pensador y filántropo). “Nunca había visto llorar a mi marido en 45 años”, me dijo durante un almuerzo a fines de 2015. “La única vez que lloró fue en diciembre, dos meses antes de morir, y lo hizo porque había recibido una carta de agradecimiento de uno de los estudiantes becados por el programa Sueños de Paz”.
- Daniel Goldman en el libro una fuerza para el bien, dice algo extraordinario: “Todos tenemos el mismo potencial, pero no todos tenemos las mismas oportunidades” En el programa Utopía esas oportunidades están dadas para cerrar las brechas de la desigualdad y la inequidad.
- Ese compromiso de los hermanos lasallistas, en especial con la educación del país, lo supieron plasmar en un bello decálogo de comportamiento, sencillo y potente. Lo comparto por su gran valor y las enseñanzas que no deja cada una de sus reglas:
- La vida es sagrada.
- Todo a tiempo y bien hecho.
- Más allá del deber.
- Valgo lo que vale mi palabra.
- Trabajamos en equipo y somos solidarios.
- Siempre proactivos y creativos.
- Apasionados por la tierra.
- Grandes ante la dificultad.
- Constantes y perseverantes en el trabajo.
- Nada cansa si se hace con voluntad y con entusiasmo.
- Un libro que me marcó en la vida, recién salido de la clínica tras ser operado del corazón hace muchos años, fue Cambio de ritmo, de Stephan Rechtschaffen, donde invitaba a tener conciencia del tiempo adquiriendo nuevas actitudes y habilidades. Esto implicaba concentrarnos en una sola cosa a la vez, a aprender a disminuir el ritmo frenético de nuestra vida y a percibir la realidad para entrar en contacto con nuestros estados físicos y emocionales.
- Uno de los casos más emblemáticos de la historia económica reciente es el de Barings Bank del Reino Unido, una institución con 233 años de historia, que la quebró un solo empleado, Nick Leeson. Su falta de ética y principios llevaron a que el banco fuera vendido por 1 libra esterlina. ¿Qué pasó?
Es uno de los ejemplos más notorios en la historia en lo que respecta a fraudes financieros, en los cuales los empleados producen millonarias pérdidas por malas gestiones y operaciones, debido a la gran potestad de autoridad que le otorga la empresa para la cual trabaja y la falta de control. En este caso particular, Nick Leeson, gerente general en una oficina de Singapur de Barings Bank, le provocó una pérdida de 827 millones de libras especulando contratos futuros en el mercado de Singapur.
“El Barings Bank era el banco mercantil más antiguo del Reino Unido, y uno de los más antiguos del mundo, había financiado las guerras napoleónicas, la compra de Louisiana o la construcción del canal Erie. Era e banco de la Reina Isabel, preferido para sus cuentas, sin embargo, en el curso de unos días pasó de una posición de solvencia a la bancarrota”
- libro = los secretos de liderazgo de Santa Claus.
- Como lo dice Chris Lowney, quien fue banquero de inversión del J.P Morgan: “Nuestras decisiones son el único puente entre el sitio en el que nos hallamos ahora y el puerto al cual queremos llegar. Lo que escojamos hacer es el único camino entre la civilización que hemos heredado y la civilización que aspiramos a crear. Escojamos sabiamente”.
- La paradoja de nuestro tiempo en la historia es que tenemos edificios más altos, y temperamentos más cortos; carreteras más amplias, pero puntos de vista más angostos.
- “Aunque hubiera recorrido todos los caminos, cruzando montañas y valles desde oriente hasta occidente, si no he descubierto la libertad de ser yo mismo, no he llegado a ningún sitio”
- Todos los días debo:
- Hacer algo por los demás.
- Hacer algo por mi bien.
- Hacer algo que no me guste pero que sea necesario.
- Practicar algún ejercicio físico.
- Practicar algún ejercicio mental.
- Describir como una oración, mis bendiciones, lo que he dado y lo que he recibido.
- Lo que la vida nos enseña:
- El obstáculo más grande: el miedo.
- El mayor error: darme por vencido
- El defecto más grande: el egoísmo.
- La mejor distracción: el trabajo.
- Los más grandes maestros: los niños.
- El sentimiento más débil: la envidia.
- El regalo más grande: el perdón.
- El mayor conocimiento: Dios.
- Lo más maravilloso: el amor.
- El pecado más grande: la ingratitud.
- Esto es lo que quiero compartir, dejarlo como reflexión y proponerlo como una forma de ese conocimiento personal, ese viaje a mi interior. Lo que hacía era muy simple, un repaso tranquilo, sereno, con buena disposición y en buen ambiente de todas y cada una de las personas o las cosas o las actividades que estaban a mi alrededor con el objetivo de validarlas, mejorarlas, dejarlas de lado o crear una nueva visión de lo que concebía como el camino a seguir y el sitio a donde quería llegar.
- ¿Qué me gusta hacer?
- ¿Qué no me gusta hacer?
- ¿Qué me molesta?
- ¿Con quién me gusta estar?
- ¿Con quién no me gusta estar?
- ¿Qué me gusta de las personas con las que me gusta estar?
- ¿Qué no me gusta de las personas con las que no me gusta estar?
- ¿Cómo me veo como persona en 3, 5 y 10 años?
- ¿A quién admiro y por qué?
- ¿Qué me gusta de las personas que admiro?
- ¿Cuáles son mis cualidades? ¿Soy amable, sincero, respetuoso, agradecido?
- ¿Cuáles son mis defectos? ¿Soy perezoso, envidioso, celoso, bravo?
- ¿Me gusta leer o no? ¿Qué clase de literatura me gusta?
- ¿Me gusta la música o no? ¿Qué clase de música me gusta?
- ¿Me gusta hacer deporte? ¿Qué clase de deporte me gusta?
- ¿Qué significa ser buen amigo?
- ¿Qué significa el éxito? ¿Qué me haría sentir una persona exitosa?
- ¿Qué clase de negocios me llaman la atención? ¿Me gustaría hacerlos?
- ¿En qué negocios no me metería? ¿Por qué?
- Si tuviera 100 millones de pesos, ¿qué haría con ellos?
- ¿Quiero estudiar? ¿Qué quiero estudiar? ¿Para qué quiero estudiar?
- ¿Me gustaría ser empleado, sí o no y por qué?
- ¿Me gustaría ser emprendedor, sí o no y por qué?
- ¿Tengo tiempo para mí? ¿Para mi familia, para mis amigos?
- ¿Sé ahorrar o gasto mucho?
- ¿Me alimento bien o mal? ¿Son buenos o malos mis hábitos?
- ¿Hoy, cómo me siento con lo que tengo y lo que soy? ¿Qué cambiaría?
- ¿Qué tengo que hacer para lograr lo que quiero y deseo?
Si bien las preguntas son importantes, tal vez lo más relevante van a ser las respuestas, lo que uno se diga a sí mismo, ser capaz de identificar el camino a recorrer, los pasos a seguir y las personas con quien lo va a hacer.
DESTACADOS
- 150 empleados de Sodexo.
- Reunión con Sodexo en auditorio y con el sindicato en la oficina.
- Rolad, programa sueños de paz (becas) y manutención.
- Cajeros que no entregan dinero, confió en las personas y no perdió dinero.
- Lote luego de fusión BIC y Banco de Colombia.
- Antes de embargar trataba de ayudar. Si tenía una empresa de lapiceros, lo hacían proveedor del Banco.
- Calle de honor en las sucursales.
- Hombre con esposa e hija ciegas busca oportunidad.
- “Que lo injusto no sea indiferente”.
- Invitaba a invidentes para escucharlos.
- Día del perdón.
- Día de la gratitud.
- Día de las buenas maneras.
- Almorzaba en la cafetería con los empleados.
- Jefe encubierto, joven de 19 años le dijo que debería creer en los jóvenes.
- Viernes 04:30 pm.
- Eliminó la obligatoriedad de la corbata.
- Se creó la zona lúdica.
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